Dentro del circuito turístico de Buenos Aires, se encuentra el paseo por Caminito en La Boca, barrio histórico donde se puede conocer un poco de la historia de la inmigración en esta magnífica ciudad. El paseo es un museo al aire libre, donde además de poder visitar por dentro algunos de sus coloridos conventillos (viviendas colectivas donde vivían varias familias), hay una feria de artesanos donde se pueden comprar artículos de todo tipo, desde pinturas, esculturas, llaveros, souvenirs, cerámicas, cuadritos, y muchas cosas más.
Los turistas pasean por entre los stands y muchos pasan por al lado de un artista en particular, sin detenerse a observar cuán maravillosa es su obra. Se trata de Carlos Alberto Sosa, un hombre que pinta con la boca.
Cuando era pequeño padeció una parálisis en los dos brazos, pero eso no detuvo su necesidad de expresarse y aprendió a pintar primero como autodidacta y luego en talleres de artes plásticas. Utiliza tinta, acuarela, acrílico y óleo. Pinta paisajes y naturaleza y, desde 1994, expone sus obras en la calle principal de Caminito, a escasos metros del conventillo donde vive.
Impactada por la belleza de sus obras, me quedé un rato observándolo trabajar. Tomando el pincel sólo con sus labios, este mago trazaba líneas más rectas y perfectas que yo con mi mano diestra jamás logré.
Si visitas Caminito, no dejes de buscar a este inspirador artista!